Debido al incremento y auge de los proyectos que involucran servicios usando medios tecnológicos, el país ha comenzado a vivir en una era en la cual la conexión a Internet se ha vuelto vital. Debido a ello, los modelos de negocio tradicionales, se encuentran batallando para competir frente a los nuevos modelos de negocio digitales. Los primeros, alegan en muchos casos, que estos últimos no están debidamente regulados por el gobierno, lo que los pone en desventaja para competir contra ellos. Un caso muy sonado para ejemplificar este caso es la guerra entre taxistas y conductores del servicio Úber.
El ente adscrito al Ministerio de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (Mintic): la Comisión de Regulación de Comunicaciones, afirma que se tiene como función evaluar las ventajas y barreras que suponen los nuevos modelos de negocio basados en tecnologías digitales como aplicaciones, eCommerce y servicios en la nube.
Aunque la Comisión ha manifestado que toda investigación se llevará a cabo desde un trabajo empírico debido a que es un tema propio de la actualidad y para el cual hasta el momento no existe normatividad, este mismo ente de control espera llegar a crear una «guía metodológica o recomendaciones que direccionen el tratamiento de los aspectos normativos y permitan a otras entidades de gobierno desarrollar las capacidades necesarias para actualizar sus marcos normativos ante nuevos modelos de negocio e innovaciones tecnológicas en sus respectivos sectores».
Con este documento, se lograría terminar con disruptivas como la que sufre actualmente Úber. Aplicación que, mientras el Ministerio de Transporte asevera presta un servicio ilegal, es apoyada por MINTIC, ente que asegura extender su ayuda a los proyectos que involucren adelantos tecnológicos y dice que no se puede bloquear una app debido a la naturaleza neutral de Internet.
Otro de los sectores sacudidos por la tecnología es el servicio postal, un negocio al que aplicaciones como Tappsi se han metido ofreciendo servicios de envíos. Las empresas tradicionales, al igual que en otros sectores, tienen cargas como licencias o aporte de ingresos al Estado, que los emprendimientos digitales no. La idea en este caso también es trazar una hoja de ruta. “El Gobierno tiene que reconocer la realidad y modificar la reglamentación del sector postal, porque si no quedarán compitiendo en condiciones de desventaja”, opinó Daniel Medina, exministro TIC.
Sabemos que Colombia es un país con un amplio mercado y lleno de oportunidades en diferentes sectores. Por ello consideramos importante apoyar las nuevas tecnologías tanto como a los negocios tradicionales existentes para que ambos puedan competir en igualdad de condiciones ante la ley y los usuarios, en un entorno de sana competencia en el que incluso se puedan dar la mano para prestar más y mejores servicios a quienes confían en su trabajo: los usuarios.