La Carrera de Campeones, realizada por primera vez en su historia en los Estados Unidos, se efectuó en el Marlins Park de Miami el 21 y 22 de enero de este año. Marlins Park se transformó en una pista de automovilismo y motociclismo de primer mundo para este gran evento de velocidad donde el colombiano Juan Pablo Montoya quedó campeón.
Esta importante competencia trae a los mejores pilotos del mundo de las disciplinas más importantes del automovilismo y motociclismo, incluyendo Formula 1, NASCAR, Indy, Le Mans, MotoGP y Rally X, en una batalla libre cara a cara en vehículos idénticos.
La de este año fue la vigesimoctava edición de la carrera, que da al triunfador el título de Campeón de Campeones. En una final al mejor de tres mangas, Montoya, piloto del Team Penske de la Indy Car y bicampeón de las 500 millas de Indianápolis, ganó las dos primeras y se proclamó vencedor sin necesidad de desempate.
El colombiano ganó la primera carrera con un margen de menos de un segundo a bordo de un RX Supercar Lite de rallies y la segunda, disputada sobre un KTM X-Bow Comp R deportivo de 449 caballos de potencia, fue mucho más ajustada y se decidió por pocas centésimas a favor de Montoya, quien en sus declaraciones luego de la carrera afirmó que no pensaba en una victoria «… solo quería pasar la primera ronda, pero luego dije que podía ir por el triunfo».
No cabe duda de que colombianos como Juan Pablo Montoya, que entregan su vida a un deporte con dedicación y disciplina, merecen ser la cara más conocida de nuestro país en el exterior y además, como él lo hace con su fundación, deben ser apoyados por entidades gubernamentales que se encarguen de proveerles con los espacios, insumos y tutores necesarios para explotar su talento desde la primera infancia. Un país que apoya a sus talentos locales, es un país que mueve al mundo.