No hay producto más característico de Colombia que el café. Fuente de ingresos de muchísimos campesinos, símbolo nacional de los colombianos en el exterior y claro, una parte significativa del producto interno bruto.
Se celebraron, durante el Congreso Nacional de Cafeteros de este año, los resultados favorables para este sector de la economía, que gracias a los buenos precios del café en ventas al exterior y la tasa de cambio con relación al precio del dólar, se logró que la producción del grano terminará entre 14,2 y 14,5 millones de sacos, por un valor cercano a los $7 billones. Algunas otras modificaciones a las exportaciones, como las ventas en pequeña cantidad o la exportación de otras calidades del producto, también contribuyeron en este buen balance de ventas.
Dentro de todo lo discutido en el Congreso Nacional de Cafeteros, los expertos recomendaron al gremio aprovechar sabiamente el dinero de más que se está generando con la venta del grano, en el pago de deudas, implementación y mejoramiento de tecnologías para el cultivo, etc. Con el fin de que, en caso de presentarse épocas menos favorables, los cafeteros tengan modo de continuar operando sin que sus labores se vean afectadas.
Un país que apoya a sus campesinos y la producción de frutos representativos de su cultura es un país que mueve al mundo.