Desde el año 87, cuando Lucho Herrera logró el primer lugar en la vuelta España, los colombianos soñábamos con volver a ver a un compatriota en el primer lugar del podio, sin saber que tres años después, nacería el hombre que con esfuerzo nos volvería a dar esa dicha.
Desde su infancia, Nairo Quintana no solo soñó, sino que se preparó para lo que ha logrado en los últimos dos años: ser el ganador del Giro de Italia y ahora, el primero en la Vuelta España. Este triunfo es, para este gran deportista, una recompensa a aquellos días en los que llenaba su maleta de piedras antes de ir a pedalear y así, retarse a si mismo.
Por primera vez, se han invertido los papeles entre Quintana y Froome, quien quedó en segundo lugar y aplaudió a Nairo por su merecido triunfo en un gesto deportivo y de respeto a su rival.
Otra gran alegría para el país fue el tercer lugar que ocupó Esteban Chaves, lo que completó la celebración de ver a dos colombianos en el podio.
Tras su triunfo, Nairo aprovechó el momento para llegar a todas las personas con un mensaje de paz, muy acorde a su humilde y tranquila personalidad. Todo esto muestra que el deporte debe representar esfuerzo y a la vez compañerismo, un compromiso capaz de mover al mundo.