Aunque los Juegos Olímpicos se pueden entender como una competencia deportiva, han demostrado ser mucho más que eso, es un compendio de culturas, razas y personas, cada una con una historia diferente y un sueño en común: dejar en alto su nombre y el de sus países y claro, llevarse una medalla a casa.
La pasión que comparten los competidores de una misma categoría y el valor que se da al esfuerzo de cada individuo por llegar a participar a este gran evento se ve reflejada en los actos altruistas y de valor que se viven cada día y en cada edición de los Juegos Olímpicos durante la historia.
Las atletas Nikki Hamblin y Abbey D’Agostino, quienes luego de una caída, se ayudaron y terminaron juntas la carrera.
Simone Biles y su entrenadora desde hace 11 años: Aimee Borman, una mujer que tras una infancia difícil ha logrado lo que muy pocas en el mundo.
He Zi, ganadora de plata en salto de natación desde trampolín y su prometido (también medallista olímpico), quien le pidió matrimonio en el podio.
Refugiados provenientes de diferentes países en el desfile de inauguración de las olimpiadas.
Adeline Cornelissen y su caballo Parzival, la jinete abandonó la competencia con el fin de proteger la salud de su querido compañero.
Jeffrey Julmis, vallista que luego de una aparatosa caída se puso en pie y terminó la carrera.
El conocido Michael Phelps celebra su vigésima medalla besando a su bebé, mientras su esposa lo observa con lágrimas de alegría en los ojos.
Lee Eun-ju y Hong Un-jong, atletas representantes de Corea del Norte y Corea del Sur, países que se encuentran en guerra.
Por último, te dejamos con este video, en el que se muestra a los competidores de los juegos paralímpicos que están por venir como superheroes, personas que demuestran que con esfuerzo y ganas se puede lograr cualquier cosa.