Orgullo para los colombianos que un compatriota como Oscar Figueroa se haya alzado (literalmente) con la medalla de oro de levantamiento de pesas categoria 62 kg.
Figueroa es fiel representante de la tenacidad, valor y perseverancia de los colombianos, pues este hijo de Zaragoza (Antioquia) culmina 22 años de esfuerzos y entrenamientos con este logro que deja en alto a todo un país.
En solo una noche Figueroa ha intentado llegar a lo alto del podio y romper un récord olímpico. La fuerza le alcanzó para el primero, pero el segundo se quedó aun como un reto personal, pues el mismo había impuesto la marca 4 años atrás en el categoría “envión” con 177 kg, esta será la cumbre a escalar para nuestro pesista en Tokio 2020.
Una vida de lucha por su sueño
La vida no ha sido amable con Óscar Figueroa, pues no solo ha tenido que huir, sino que su carrera ha estado llena de altos y bajos que incluso casi lo hacen retirarse hace años por problemas de salud.
A Óscar de pequeño le tocó salir de su natal Zaragoza debido a la violencia de la región, el fue víctima de desplazamiento de grupos al margen de la ley, pero esto no hizo que incubara rencor en su corazón, sino que lo impulso a concentrar todos sus esfuerzos en el deporte que lo cautivo, el levantamiento de pesas.
Tras su traslado hacia Valle, Figueroa logró reconocimiento en el deporte, recibiendo el apoyo de la liga de Halterofilia del valle y del Instituto de Deporte y Recreación del Valle del Cauca, incluso llegando al quinto lugar en el campeonato mundial juvenil en Praga. Luego tras enlistarse para el servicio militar, representó a las fuerzas armadas en los juegos nacionales y se llevó todas las ovaciones.
Su participación en las olimpiadas se da desde 2004 en Atenas, logrando su primera medalla en los olímpicos de Londres alcanzando la plata y ahora llegando a la cúspide de su carrera en Río de Janeiro.
Hace años la carrera de Óscar pudo haber acabado por una lesión de hernias discales, estos momentos fueron algunos de los más tensionantes para el deportista. Lo bueno fue que una operación realizada a tiempo por el doctor Jorge Felipe Eramirez, a quien Figueroa mencionó de primero en sus agradecimientos tras el logro.
Óscar no es solo una masa de músculo, pues también es un dedicado estudiante de administración de empresas de la Universidad de Santiago de Cali, probando que dedicarse al deporte es una pasión, pero que tiene claro su futuro como profesional.
Figueroa a sus 33 años se convierte en nuestro segundo medallista olímpico en pesas y el primer hombre colombiano en ubicarse en lo alto del podio de una olimpiada, la cual esperamos no sea su última y siga cosechando éxitos.