Las medidas que contribuyen con la reducción del uso de bolsas de plástico se han venido implementando desde hace ya algún tiempo, sin embargo no todos tienen claro a quienes rige específicamente la medida y si todas las bolsas de plástico están ahora prohibidas.
Antes de adentrarnos lo que implica esta normativa es importante hablar sobre el porqué de la iniciativa.
Según un estudio de la WWF, un colombiano promedio usa aproximadamente 6 bolsas a la semana lo que significa más de 22.000 bolsas a lo largo de su vida, todo este plástico va a parar a rellenos sanitarios, árboles, alcantarillas, ríos e incluso al mar. Por otro lado, según reportes de la Secretaría Distrital de Ambiente para 12 cadenas de almacenes en Colombia se registra anualmente el uso de casi 500 millones de bolsas.
Actualmente se predice que si el uso de bolsas de plástico continúa presentándose al ritmo en que lo hace y con tasas de reciclaje o reutilización tan bajas que no alcanzan el 10%, en 30 años el océano tendrá más plástico que peces, seres en cuyos intestinos se encuentran frecuentemente rastros de este material derivado del petróleo.
Comenzando a ponerse al día con las regulaciones que han efectuado desde los años 90 para este material, Colombia comienza a implementar esta medida que regirá para grandes superficies, almacenes de cadena, es decir, excluye tiendas pequeñas y establecimientos de comercio retail menores. La norma se basa en cuatro puntos:
1 La desaparición de bolsas pequeñas: No se permitirá el uso de bolsas plásticos de menos de 30×30 centímetros, esto ayudará a reducir el uso innecesario de estos elementos.
2 Calibre suficiente para el peso recomendado: Representa bolsas más durables y reutilizables luego de su uso principal.
3 Inclusión de mensajes educativos: Será obligatorio tener en las bolsas un mensaje impreso con información que invite al uso racional de estos elementos así como a su reutilización y correcta disposición para ser reciclados.
4 Oferta de bolsas ecológicas: Ayudará a que los usuarios conozcan nuevas opciones reusables y amigables con el ambiente para llevar sus productos a casa.
Aunque puede que la medida no vaya a solucionar en un 100% el problema, comenzará a crear conciencia en algunos usuarios que actualmente ya se pueden ver comprando su mercado con bolsas de tela a mano o simplemente pasando de la bolsa en el momento en que se la ofrecen al comprar un par de paquetes de dulces.
Si hay algo por lo que se caracteriza nuestro país es por su riqueza hídrica y abundante fauna, así que no está de más velar por su bienestar con un aporte tan pequeño como decirle «No, gracias» a la próxima bolsa plástica innecesaria que nos ofrezcan y así estaremos poniendo nuestro granito de arena para mover al mundo motivando el consumo responsable de materiales que generan un alto impacto ambiental.